Entre los actos centrales de la tarde, la elevación de un rosario gigante al cielo hecho con globos y en el que se insertaron decenas de peticiones. La jornada contó con el periodista José Luis Ramos como maestro de ceremonias, que se encargó de dar paso a los distintos actos de la tarde.  La tarde comenzó con el grupo “Telón Teatro”, que puso en escena una obra dedicada a los más pequeños. Después le tocó el turno al grupo folclórico “Aire Andaluz”, que interpretaron varias piezas, concluyendo con unos verdiales dedicadas a la Madre de los malagueños.   La familia Moreno Gómez, de la parroquia de San Miguel de Miramar, en Málaga, ofreció su testimonio cristiano. Con ejemplos sencillos del día a día los padres y dos de los cuatro hijos, proclamaron la alegría de ser una familia cristiana.

El Sr. Obispo, D. Jesús Catalá, animó con su presencia y sus palabras a todos los asistentes y dio paso a uno de los actos centrales de la tarde, el momento en que soltaron el rosario gigante en el que se incluían las peticiones que los participantes habían escrito desde las 18.30 horas. 

LA FAMILIA, LUGAR DE ORACIÓN

En palabras del delegado de Pastoral Familiar, P. Fernando del Castillo, «la familia es el lugar donde se aprende a rezar y ése es el sentido del rosario gigante hecho con globos y mensajes escritos por los niños y los padres, que se lanzó al cielo: un rosario con la vida de las familias».

A las 20.00 horas, tuvo lugar la celebración de la Eucaristía en la catedral, que estuvo presidida por el Mons. Catalá y en la que predicó la novena el sacerdote Manuel Ángel Santiago. En el marco de la misma, el Sr. Obispo consagró a las  familias al corazón Inmaculado de la Santísima Virgen María para que ella las proteja y enseñe el camino al cielo. D. Jesús Catalá también anunció que la familia será una de las prioridades pastorales de la Diócesis en el próximo año.

Tras la celebración litúrgica, se reunieron los responsables de pastoral familiar, agentes de pastoral y personas comprometidas con este servicio para compartir un tiempo de convivencia.