NoticiaConferencia Episcopal Española La CEE presenta la Instrucción sobre abusos a menores y el informe “Para dar luz” Publicado: 02/06/2023: 5814 Transparencia La Conferencia Episcopal Española celebró el 1 de junio la Jornada “Protección de menores: seguimos caminando”, a la que asistieron representantes del ámbito social, jurídico, religioso y académico. En dicho acto se presentó la “Instrucción sobre abusos sexuales”, que se aprobó en la Asamblea Plenaria de abril y el informe sobre abusos sexuales en la Iglesia “Para dar luz”. Acciones con las que la Iglesia en España realiza un ejercicio de transparencia y muestra su interés por erradicar la lacra de los abusos a menores que, en palabras del Cardenal Omella, presidente de la CEE «nos duele a todos y por eso, nos afecta a todos». “Protección de menores: seguimos caminando” En la primera parte del acto se presentó el protocolo marco de prevención y actuación en caso de abusos y la instrucción. Intervieneron el director del servicio de coordinación y asesoramiento de las Oficinas de Protección de menores, Jesús Rodríguez; el decano del Tribunal de la Rota, Carlos Manuel Morán; y el vicesecretario para asuntos generales de la CEE, Carlos López. En la segunda parte, el Secretario General de la CEE, Mons. Francisco César García Magán, y el director de la oficina de información de la CEE, José Gabriel Vera, presentan el informe “Para dar luz”. Instrucción sobre abusos sexuales La Plenaria aprobó en su reunión del mes de abril la “Instrucción sobre abusos sexuales”. Se trata de un documento sobre el que se lleva trabajando desde septiembre de 2018. En la Plenaria de abril de 2019 se acordó solicitar a la Congregación para los Obispos la autorización para publicar un Decreto general. En aquel momento, y después de varias consultas con los organismos implicados de la Santa Sede, se consideró oportuno esperar a que se publicara el Vademécum de la Congregación para los Obispos, el Motu Proprio Vos estis lux mundi, así como la reforma del Libro VI del Código de Derecho Canónico. El texto de la CEE introdujo las oportunas modificaciones tras la publicación de estos documentos. Finalmente, la Plenaria de noviembre de 2022 aprobó unas Líneas Guía para la actuación en casos de abusos sexuales contra menores que se aplicaría de manera conjunta en todas las diócesis. En abril de 2023 se aprueba como instrucción para la Iglesia en España y se actualiza con las nuevas disposiciones establecidas en el texto definitivo de Vos estis lux mundi, que fue aprobado recientemente por el papa Francisco y que entró en vigor el 30 de abril. ¿Qué encontramos en este documento? Esta instrucción, la primera de esta naturaleza emanada por una Conferencia Episcopal en todo el mundo, unifica y tiene vigencia para toda la Iglesia en España. De esta manera se evita la proliferación de normas particulares y se refuerzan las garantías jurídicas. La instrucción pone en el centro la protección de los denunciantes, sin perjuicio para los derechos de todas las partes. Las Oficinas de Protección de menores reciben los testimonios y se llevan a cabo los primeros pasos, entre ellos, el asesoramiento y guía de posibles procedimientos judiciales. Además, durante las investigaciones previas, la instrucción prevé poner a disposición de la persona denunciante y sus familias acompañamiento espiritual, médico y psicológico. También amplía la comunicación con víctimas y denunciantes en los distintos momentos procesales, a fin de que puedan hacer valer los derechos que les correspondan. Recoge en un solo documento toda la normativa canónica vigente que regula la actuación eclesial, así como la comunicación de los hechos a las autoridades civiles. Especialmente se aclaran los periodos de prescripción de delitos, las modificaciones legislativas de estos años y se refuerza el principio de escritura para garantizar todo el proceso. Este documento de la CEE refuerza el Derecho Penal, pero no lo sustituye. En la instrucción se insiste en la obligación de los obispos, sacerdotes y miembros consagrados de colaborar con la justicia penal de cada Estado, incluido la denuncia y testificación durante el proceso. También señala la obligación de colaborar con la Fiscalía. Si en el transcurso de la investigación se obtienen pruebas o indicios racionales de la comisión de un delito, el superior del lugar está obligado a de informar a la Fiscalía. Informe “Para dar luz” El informe “Para dar luz” es el primer informe sobre la pederastia en la Iglesia en España que se presenta en público. Su estructura y contenido busca ofrecer todos los elementos necesarios para comprender la situación sobre esta realidad. Para ello, recopila toda la información recibida en la Conferencia Episcopal y que se ha podido contrastar con las distintas fuentes. El informe, articulado en siete volúmenes, tiene una parte documental y otra informativa, que se va actualizando constantemente. Parte documental: los protocolos de la Iglesia en España La parte documental es la más voluminosa, pues recoge todos los protocolos que se han redactado en los tres últimos años por las instituciones eclesiales de ámbito nacional, congregaciones religiosas y diócesis. Detrás de cada protocolo hay horas de reflexión, estudio, análisis, y un trabajo conjunto de distintos expertos, entre ellos en pedagogía y en psicología, con el objetivo de evitar que los abusos puedan volver a producirse y para que los espacios eclesiales sean espacios seguros para los menores en los que puedan crecer en sus conocimientos, en sus cualidades humanas y en su dimensión espiritual. Diócesis, Congregaciones e Instituciones de la Iglesia que se dedican a actividades educativas, pastorales y de tiempo libre han establecido estos modos de actuar en tres direcciones: cómo tratar a los menores en los espacios eclesiales; cómo actuar cuando los menores han sufrido cualquier tipo de abusos, incluidos los sexuales; y cómo prevenir que determinadas conductas que derivan en abusos puedan producirse en esos espacios eclesiales. Recopilación de la normativa de prevención y actuación vigente en la Iglesia Un segundo punto del informe recopila toda la normativa canónica para la actuación de la Iglesia en lo relativo a los abusos sexuales y, además, explica también los principios desde los que se actúa. Se encuentran tanto los documentos papales -desde Juan Pablo II a la actualidad- como los de la Conferencia Episcopal. Datos de las Oficinas de Protección de menores: la parte viva de “Para dar luz” El tercer punto de “Para dar luz” compendia los casos conocidos a través de las Oficinas de Protección de menores hasta la fecha. Es la parte viva del informe, pues se irá actualizando según se vayan recabando nuevos datos. En total 927 víctimas han presentado testimonios sobre 728 victimarios que cometieron abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica. En relación al sexo, aunque sus agresores son en más del 99% varones, las víctimas son varones en el 82,62% de los casos y mujeres en el 17,38% de los casos. En cuanto a la pertenencia a la Iglesia, de los 728 victimarios, la mayoría, 378, son clérigos, lo que supone el 52%. Además, hay 208 religiosos (o religiosas) no ordenados sacerdotes, 92 laicos. También hay 23 testimonios en los que el denunciante no supo la condición eclesial del agresor, o un diácono. En aquellos victimarios en que las víctimas conocen su situación vital, el 63,60% de los victimarios están fallecidos y el 36,40% están vivos. En relación a la fecha en la que se cometieron los abusos, ordenados por décadas, se presenta que más del 80 % de los casos se produjeron en el siglo XX, y el 75% antes de 1990. Anteriores a 1950: 2 Entre 1950 y 1960: 40 Entre 1960 y 1970: 137 Entre 1970 y 1980: 172 Entre 1980 y 1990: 127 Entre 1990 y 2000: 45 Entre 2000 y 2010: 20 Entre 2010 y 2020: 60 A partir de 2020: 34 Sin fechar: 91 Acoger todos los testimonios: la condición de víctima no prescribe Estas Oficinas -más de 200- tienen una dimensión pastoral, no judicial. Por eso, pueden acoger todos los testimonios: no hay prescripción porque la condición de víctima no prescribe. Un testimonio siempre es relevante, aunque date de muchas décadas atrás, aunque se refiera a alguien que ya ha fallecido. Lo importante es que cualquier víctima de abusos sexuales cometidos en la Iglesia sepa que hay un lugar en el que se le quiere conocer y escuchar. Un lugar que existe porque la Iglesia reconoce el daño causado y porque la Iglesia quiere ayudar a todas las víctimas en su acogida, en su acompañamiento, en su sanación y en su reparación. Y porque la Iglesia quiere que no pueda volver a pasar.