NoticiaAcción Católica Más de 400 niños y adolescentes de las parroquias viven la Cuaresma 'bajando de las nubes' Publicado: 16/03/2022: 7672 Infancia Desde una veintena de parroquias de la diócesis, más de 400 niños y adolescentes, acompañados por sus animadores, se congregaron, el sábado 12 de marzo, en la parroquia de San José y los colegios San José y Santa Rosa de Lima, en la barriada de Carranque, para vivir un encuentro de Cuaresma cuyo lema era "Bájate de la nube". El encuentro comenzaba en la parroquia de San José, en Carranque, con la explicación del lema del encuentro: «La referencia era el evangelio del II domingo de Cuaresmá, y la invitacion resultaba clara: bajar de las nubes individualistas y sin rostro de los teléfonos móviles, las redes sociales y los mundos “online”, para encontrarse con la misericordia y el amor del Señor, con los hermanos y hermanas y con el mundo real y sufriente», explica José Manuel Llamas, de la coordinadora de Infancia de Acción Católica General en Málaga, encargada de organizar el encuentro. La jornada se desarrolló en dos colegios cercanos a la parroquia: San José (de los jesuitas) y Santa Rosa de Lima (de la Fundación Victoria). «Durante el día, hubo tiempo para casi todo», explica José Manuel, «para dinámica con juegos ‘de los de toda la vida’ (el poliladro, la gallinita ciega, el mate, la cuerda, las sillas...), talleres, catequesis, ratos de oración, tiempos libres muy animados, el almuerzo... Y el vértice, de nuevo en la parroquia, fue la Eucaristía, en la que participamos todos, en comunión con toda la Iglesia». El día concluyó de la mejor manera posible: «la cena preparada por los adultos que, durante la mañana, estuvieron celebrando la última sesión de la Escuela de Acompañantes y, al final, un ratito de "feria", con multitud de pruebas en las que se podían conseguir puntos canjeables por chapas con lemas como "Look: God is your Father", "Spoiler: God wins" o "God is the King", y una particular discoteca en la que se bailaba al ritmo de la fe. Por supuesto, rozando las 10.30 de la noche, un momento de oración final todos juntos, para dar Gracias a Dios por cada momento vivido». «Sin duda, ha sido una experiencia de comunión y fraternidad sorprendente y fecunda, muy necesaria en este tiempo particularmente difícil que nos está tocando vivir a todos, pero especialmente a los más pequeños», concluye José Manuel.