¿Cómo ha sigo la acogida, tu llegada a estos nuevos destinos?
Ha sido buena. Vengo muy cerca de mi tierra y son muchas las personas que conozco. La feligresía de Torrox y el Morche me han acogido muy bien.

¿Cómo son las comunidades que forman estas parroquias?
Torrox es una parroquia con solera, con mucho arraigo, con muchas tradiciones; y el Morche es una parroquia de costa, una comunidad formada también por foráneos y muchas personas que pasan sus fines de semana y vacaciones en la costa.

¿Cuáles son los principales retos que plantea tu nueva misión?
El reto creo que es siempre igual: construir comunidades parroquiales con personas q busquen vivir el Evangelio y caminar hacia la santidad.

¿Qué estás dispuesto a aportar? ¿Cuál crees que es tu mejor "talento" para poner al servicio de esa comunidad?
Creo que son ellos los que me aportarán  ellos a mí. Yo solo traigo el Evangelio y ser sacerdote dispuesto a dar la vida por mis comunidades.

¿Cómo has vivido el cambio?
Los cambios son siempre difíciles. Han sido seis años los que he compartido en Alameda y Fuente Piedra, pero ahora me toca en Torrox y El Morche. Con la ayuda de Dios iremos intentando vivir en los pueblos donde me pone Dios, sintiéndolos como un regalo suyo.