Fernando del Castillo, delegado de Pastoral Familiar, reflexiona sobre el sentido del Adviento y de la Navidad. «Las familias cristianas deberíamos vivir una Navidad más religiosa, participando en la vida de la parroquia», afirma Del Castillo en un reportaje que incluye los testimonios de cinco familias malagueñas sobre sus vivencias en este tiempo litúrgico.

El final del Adviento nos conduce a la Navidad. Fernando del Castillo, delegado de Pastoral Familiar, recuerda que la imagen de la Sagrada Familia es la inspiración primordial para vivir la alegría del Evangelio: «Hay personajes en el Adviento que nos muestran las actitudes que debemos tener en la familia para acoger al Señor con humildad, pequeñez, sencillez y confianza. Así, la imagen de María y José nos inspiran para vivir una Navidad mucho más religiosa en nuestras casas». 

Como afirma Del Castillo, la Navidad ofrece signos religiosos que pueden unir a la familia para preparar la llegada del Señor: «Colocar una imagen, la corona y el calendario de Adviento y encender velas nos ayudan a crear ese contexto cristiano en la familia y preparar nuestros corazones». El papa Francisco, en su mensaje del pasado año, pidió que la Navidad no fuese «una fiesta ruidosa», sino que vendría bien «un poco de silencio para oír el mensaje de Dios». Por eso, más allá de lo material y de lo efímero, es necesario entender que la auténtica felicidad está en el amor, en nuestros hogares. Así, el delegado de Pastoral Familiar asegura: «Tenemos que resistirnos a caer en esa dinámica del consumo que al final te deja muy vacío, porque te sabe a poco o no te sabe a nada. Necesitamos vivir con un poquito más de profundidad, de hondura, de verdad». Fernando del Castillo invita a todos los malagueños a participar en la Misa de la Sagrada Familia en la Catedral que tendrá lugar el sábado 27 de diciembre a las 19.00 horas.

Fiesta de la sagrada Familia

La Fiesta de la Sagrada familia se celebra el próximo domingo 28 de diciembre. Este año, el lema de la Conferencia Episcopal Española es “La Alegría del Evangelio en la familia”. Los obispos de la Subcomisión para la Familia y la Defensa de la Vida han publicado una nota con este motivo. En su inicio, hacen mención al «regalo» que supone para la Iglesia la Exhortación Apostólica del papa Francisco. A continuación, tratan la cuestión del anuncio del Evangelio en familia. «Dios se ha servido del amor esponsal para revelar su amor», señala el escrito. «La verdad del Evangelio sobre el amor humano y la bondad y belleza de toda vida humana se convierte, de este modo, en fuente de alegría permanente».

TESTIMONIO DE FAMILIAS

Fuencisla Castilla y su esposo: «Siempre vamos a la Misa del Gallo»

El hogar de Fuencisla Castilla vive las tradiciones propias de este tiempo litúrgico: «Mis nietos han rezado sus oraciones con velas. En Navidad, también se encargan de las peticiones». Fuencisla, que forma parte del Movimiento de Apostolado Familiar San Juan de Ávila, espera vivir la Navidad con sencilla alegría. «Montamos el belén con los nietos, visitamos los que se instalan en el centro de la ciudad y, por supuesto, cantamos villancicos». En Nochebuena, cenarán en apacible armonía, tras rezar una oración familiar: «Y luego, siempre vamos a la Misa del Gallo».

Mª Luisa Gálvez y José Gadea: «Todos los años intentamos volver a convertirnos»

María Luisa Gálvez y su marido José colaboran activamente con la Pastoral Familiar. Ambos imparten cursillos prematrimoniales y se sienten, en sus propias palabras, “misioneros de la Iglesia Universal”: 
«Queremos anunciar la belleza del matrimonio, proclamar que el matrimonio se viva tal y como Dios lo pensó». «En Adviento todos los años intentamos volver a convertirnos», señala María Luisa. Ella, su marido y sus dos hijos –de 13 y 22 años- rezan el Rosario en torno a una corona de Adviento. «Si por algún motivo no estamos en casa, oramos a través de wasap».

Federico Romero y Mª Ángeles Calderón: «Hemos acudido a un retiro de Adviento»

Federico Romero y su mujer, Ma Ángeles, esperan con ilusión reunir a su familia. «Tenemos cuatro hijos, tres estudian fuera, solo el pequeño –de 14 años- sigue en nuestra casa». Federico, cuya parroquia
es San Miguel, afirma: «Cada domingo de Adviento realizamos un seguimiento de las lecturas litúrgicas. También rezamos el Rosario, asistimos a la novena de la Inmaculada y hemos acudido a un retiro de Adviento con ejercicios espirituales».

Cristina Coín y Ángel González: «Preparamos mucho el Adviento»

Cristina Coín y su marido, Ángel González, son padres de cinco hijos, cuyas edades oscilan entre los 14 y los 22 años. En Adviento, su casa se llena de vida: «Lo preparamos mucho. Durante sus cuatro domingos, nos reunimos con un grupo de amigos para la lectura del Evangelio. El último, celebramos una comida». Cristina, habilidosa, confecciona un calendario de Adviento con punto de cruz y chocolatinas. «Son gestos simbólicos para celebrar la espera del nacimiento».

Alicia Marchant: «Recuerdo a mis hijos que sean felices con cosas intangibles»

La familia de Alicia Marchant vive con gozo el Adviento, participando activamente en las celebraciones de su parroquia: «Hacemos muy partícipes a los niños; son mentes en blanco y es gratificante
verles implicados en la labor de la Iglesia». Cuenta Alicia que, pensando en los más necesitados, han vendido pascueros y bizcochos para destinar lo recaudado a misiones y fines benéficos. «En casa, hemos reunido juguetes de mis dos hijos, de 10 y 7 años, para dárselos a otros niños. A mis hijos les digo que pidan poco; que sean felices con cosas intangibles».