NoticiaCuaresma Charlas cuaresmales diocesanas con Mª Lourdes Caminero (VI) Publicado: 12/03/2021: 10727 Vídeo Del 15 al 21 de marzo, tres sacerdotes, tres laicos y una religiosa compartirán con los usuarios de la web diocesismalaga.es sus reflexiones en esta Cuaresma. Este sábado 20 de marzo, Mª Lourdes Caminero, Misionera Eucarística de Nazaret, nos ofrece la sexta charla bajo el título: "La conversión, reconciliación con Dios". SINOPSIS DE LA CHARLA La Cuaresma no consiste en hacer un esfuerzo por poner o quitar cosas, en ser mejores… en la Cuaresma recibimos una fuerte llamada a la conversión, que consiste en un cambio radical de vida, se nos llama a la reconciliación. Reconciliación con Dios, con nosotros mismos y con los hermanos. La reconciliación cristiana consiste en restaurar o intensificar mi relación con Dios. San Pablo dice: “Dejaos reconciliar con Dios” (2 Cor 5, 20). Nosotros no nos reconciliamos con Dios por nuestro esfuerzo, por tanto, se nos pide una apertura a Dios para que nos vaya reconciliando con Él. Dios nos ama con locura. No obstante Cristo nos invita a cambiar de vida, a vivir actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo; sólo a Él seguimos y Él es nuestro modelo. Convertirse significa dejar entrar a Dios en los criterios de mi propia vida, no juzgar con criterios humanos, sino siempre desde Dios. Convertirse es dejar que el pensamiento de Dios sea el nuestro. Ver el mundo, las cosas, los acontecimientos y las personas con los ojos de Dios. Convertirse es buscar siempre el bien, aunque resulte molesto e incómodo. Convertirse significa salir de la autosuficiencia, del orgullo, descubrir y aceptar la propia pobreza y necesidad, de los otros y de Dios. VÍDEO DE LA CHARLA PARA LA REFLEXIÓN 1. 2 Cor 5,20: ¿Cómo interpreto esta frase de San Pablo? ¿Qué exigencias lleva consigo? 2. 1 Jn 4,10: ¿Experimento que Dios me quiere con locura y no me abandona? ¿Siento que soy importante para Él? ¿Siento a Dios cercano en mi vida o es algo impersonal y como nebuloso? 3. Os 11,4: Ponte en presencia de Dios y repasa junto a Él las experiencias de tu vida donde hayas tocado esa ternura. Expresa tu gratitud por estas señales tiernas de su presencia y guárdalas en tu memoria y corazón. Ellas serán pilares para crecer en amistad y sostenerte en los momentos de cruz y oscuridad. Iluminarán tu vida y te darán calor.