NoticiaHistoria de la Iglesia Ilustración e Iglesia (I) Historia de la Iglesia Publicado: 20/02/2017: 8124 El siglo XVIII es muy pobre en el pensamiento filosófico. Sus intelectuales y escritores no fueron originales. No crearon un nuevo sistema filosófico, ni elaboraron una ideología original. Procedieron a divulgar y a aplicar el contenido de las corrientes filosóficas, especialmente las del s. XVII, llegando a conclusiones prácticas que afectaron a muchas ramas del saber como la Antropología, la Política, la Sociedad, las Ciencias, la Moral y la Religión. Llamamos Ilustración a la divulgación de esa ideología práctica nacida en Inglaterra y asimilada por Francia. En ella destaca la importancia de la razón y la actitud crítica ante todos los problemas humanos. Es, por tanto, una revolución intelectual y, a su vez, una reacción contra el saber tradicional. Es un conjunto de reformas no violentas, pero sí radicales, que tratan de liberar el hombre de la religión tradicional cristiana. Es una nueva mentalidad sobre la vida, un nuevo pensar, un nuevo obrar. El pensamiento ilustrado es, en gran parte, una herencia de los dos grandes sistemas filosóficos del siglo anterior: el empirismo inglés y el racionalismo francés. El empirismo inglés establece como único criterio de verdad, los sentidos; estos constituyen la fuente principal de nuestro conocimiento, de aquí el valor atribuido a la Ciencia en general. El racionalismo francés sostiene que la razón es el único criterio de verdad; el conocimiento racional tiene un valor absoluto. Ambos sistemas son opuestos, pero tienen algo en común: todo criterio de verdad está en el hombre. De esta manera es rechazable todo lo que trasciende al hombre. Será verdad aquello que es aceptado por la razón y los sentidos. De aquí su oposición a lo trascendente y a la religión revelada. La Ilustración, especialmente la francesa, intenta redimir a todos los pueblos de las tinieblas religiosas medievales y conducirlos a un paraíso donde reinarán la razón, la ciencia y la filantropía.