NoticiaPalacio Episcopal Iconos bizantinos en ArsMálaga Palacio Episcopal Publicado: 18/06/2016: 21812 El miércoles 22 de junio, el espacio de arte ArsMálaga Palacio Episcopal acogió la inauguración de la exposición “La Luz del Oriente”, una muestra de 30 iconos bizantinos en madera del grupo rumano de pintores “Revelación”, que se ha podido visitar hasta el 17 de julio. El acto comenzó a las 19.30 horas, con la oración de vísperas ortodoxas en la iglesia del Sagrario y continuó a las 20.00 horas con la inauguración de la exposición por el P. Dorin Sas y el delegado de Ecumenismo, Rafael Vázquez. También estuvieron presentes diversos profesores expertos en iconografía, para explicar la simbología de los iconos. En palabras del delegado de Ecumenismo, Rafael Vázquez, «esta exposición de iconos bizantinos en madera pretende servir de punto de encuentro ecuménico entre católicos y ortodoxos y mostrar el gran tesoro espiritual de la Iglesia Ortodoxa, particularmente en el interesantísimo y bello arte de la iconografía. Las piezas han sido pintadas por jóvenes licenciados en Teología del Patrimonio Cultural de la Facultad de Teología de Cluj-Napoca (Transilvania, Rumania). Los iconos son un tesoro de la Iglesia antes del cisma de Oriente en el s. XI, cuando católicos y ortodoxos todavía no se habían dividido. Con esta exposición se da un paso más para conocernos mutuamente, valorarnos y descubrir la riqueza cultural y espiritual que nos viene como una "luz del Oriente". El papa san Juan Pablo II animaba al acercamiento entre las Iglesias hermanas en la carta apostólica Orientale lumen de 1995: Los hombres y las mujeres de Oriente son para nosotros signo del Señor que vuelve. No podemos olvidarlos, no sólo porque los amamos como hermanos y hermanas, redimidos por el mismo Señor, sino también porque la nostalgia santa de los siglos vividos en la plena comunión de la fe y de la caridad nos apremia, nos grita nuestros pecados, nuestras incomprensiones recíprocas: hemos privado al mundo de un testimonio común que, tal vez, hubiera podido evitar tantos dramas e, incluso, cambiar el sentido de la historia (OL, 28)». El simbolismo del icono Un icono no es una simple pintura, sino un modo de establecer una relación entre el hombre que reza y Dios a través de la imagen de Cristo, de la Virgen o de los Santos, lo que podríamos denominar un "quasi-sacramento", una epifanía de Dios. Por ello, el icono está cargado de simbolismo y espiritualidad. Todo el mensaje del icono está en el rostro, donde se descubre la imagen de Dios en el hombre. Los personajes poseen una majestad hierática, como quien contempla y se deja contemplar. La carne nunca tiene un color natural, es como una transfiguración que anuncia la resurrección de los muertos. Los ojos, cuya mirada se irradia hacia el espectador y contiene concentrada toda la atención, son grandes, fijos y severos. La boca es diminuta y está siempre cerrada en el silencio de la contemplación. La luz es también importante. Siempre en la superficie superior para mostrar que la luz viene de lo alto. Y el fondo dorado expresa que el icono está en la luz del misterio de Dios. El color blanco puede representar dos polos opuestos: la plenitud de la divinidad y la situación de la muerte. Blanca es la figura de Cristo en la Transfiguración y la Resurrección. Blanco es el vestido de María y el de Lázaro en la sepultura. El color azul expresa la realidad celestial y se encuentra con frecuencia en el manto de Cristo Pantócrator. En cambio, el verde indica la tierra o la humanidad y es signo de vitalidad. El color rojo puede ser el fondo de un icono, simboliza la vida y se encuentra en los vestidos del Pantócrator y de la Virgen María, revestida completamente por el amor y la santidad del Espíritu.