NoticiaPapa Francisco \"Pensemos en los santos desconocidos\", invita el Papa Papa Francisco · Autor: Reuters Publicado: 02/11/2014: 15266 AGENCIAS- El Papa Francisco presidió en el Cementerio romano del Verano, en Roma, la Misa en la Solemnidad de Todos los Santos la tarde del sábado 1 de noviembre. Durante esta celebración, que congregó a gran cantidad de fieles romanos, se expusieron para la veneración de los fieles las reliquias de los dos Papas canonizados recientemente: Juan XXIII y Juan Pablo II. Se dirigieron oraciones especiales por los cristianos perseguidos por causa de la fe y una vez más por los pobres, los sufrientes y los que no tienen esperanza. Al final de la liturgia, el Papa pronunció una oración de bendición de las tumbas. El Santo Padre señaló que “los primeros dos días del mes de noviembre constituyen para todos nosotros un momento intenso de fe, de oración y de reflexión sobre las ‘cosas últimas’ de la vida. En efecto, celebrando a todos los Santos y conmemorando a todos los fieles difuntos, la Iglesia peregrina en la tierra vive y expresa en la Liturgia el vínculo espiritual que la une a la Iglesia del cielo”. “Hoy alabamos a Dios por la multitud innumerable de los santos y de las santas de todos los tiempos: hombres y mujeres comunes, simples, a veces ‘últimos’ para el mundo, pero ‘primeros’ para Dios”. Francisco indicó que al mismo tiempo que a los santos “recordamos a nuestros queridos difuntos visitando los cementerios: ¡es motivo de gran consolación pensar que ellos están en compañía de la Virgen María de los Apóstoles, de los mártires y de todos los santos y santas del Paraíso!”. “La solemnidad de hoy nos ayuda así a considerar una verdad fundamental de la fe cristiana, que nosotros profesamos en el ‘Credo’”. “¿Qué significa esto: la comunión de los santos?” cuestionó el Papa, y a continuación respondió: “es la unión común que nace de la fe y une a todos aquellos que pertenecen a Cristo, gracias al Bautismo”. “Se trata de una unión espiritual - ¡todos estamos unidos! - que no se quiebra después de la muerte, sino prosigue en la otra vida. En efecto, subsiste un lazo indestructible entre nosotros vivientes en este mundo y cuantos han cruzado el umbral de la muerte”. Francisco indicó que “nosotros aquí en la tierra, junto con los que han entrado en la eternidad, formamos una sola gran familia. Se mantiene esta familiaridad. Esta maravillosa comunión, esta maravillosa unión común entre tierra y cielo se actúa de forma más elevada e intensa en la Liturgia y, sobre todo, en la celebración de la Eucaristía, que expresa y realiza la unión más profunda entre los miembros de la Iglesia”. “En la Eucaristía, en efecto, nosotros encontramos a Jesús vivo y su fuerza, y a través de Él entramos en comunión con nuestros hermanos en la fe: aquellos que viven cono nosotros aquí en la tierra y aquellos que nos han precedido en la otra vida, la vida sin fin”. El Papa aseguró que “esta realidad nos colma de alegría: es hermoso tener tantos hermanos en la fe que caminan a nuestro lado, nos sostienen con su ayuda y junto con nosotros recorren el camino hacia el cielo”. “Y es consolador saber que hay otros hermanos que ya han alcanzado el cielo, nos esperan y rezan por nosotros, para que juntos podamos contemplar en la eternidad el rostro glorioso y misericordioso del Padre”. El Santo Padre destacó que “en la gran asamblea de los Santos, Dios ha querido reservar el primer lugar a la Madre de Jesús. María está en el centro de comunión de los santos, como singular custodia del vínculo de la Iglesia universal con Cristo, del vínculo de la familia”. “Ella es la Madre, Ella es la Madre nuestra, nuestra Madre” Francisco subrayó que “para el que quiere seguir a Jesús por la senda del Evangelio, Ella es la guía segura, porque es la primera discípula. Ella es la Madre que acorre en seguida, siempre atenta, a la cual confiar todo anhelo y dificultad”. “¡Recemos junto con la Reina de todos los Santos para que nos ayude a responder con generosidad y fidelidad a Dios que nos llama a ser santos como Él es Santo!”, concluyó.