Desde el Convento (centro de la localidad) caminamos a la capilla del Calvario, y pasando después por la iglesia parroquial de Los Remedios. En cada parada los chavales hicieron representaciones, reflexionábamos y se daban respuestas a algunas preguntas tras la puesta en escena.

A dos días de la gran fiesta de la Inmaculada , fue una jornada en la que los chavales y mayores de estas parroquias vecinas, unidas además por la atención de los mismos curas, vivimos una convivencia deliciosa, compartiendo después almuerzo, conversación, juegos, bailes y pruebas muy divertidas para crear lazos, y siempre con un fondo educativo.

Al caer la tarde, emotiva despedida y todos marchamos muy agradecidos al Señor por un día tan especial como fraterno.