NoticiaConoce la Catedral En todas las cosas, la caridad Mausoleo de D. José Molina Lario Publicado: 16/11/2023: 8469 De los sesenta y cinco obispos que hasta el presente han regido nuestra Diócesis, pasa por ser José Molina Lario y Navarro uno de los más celebrados, recibiendo su nombre la vía urbana que atraviesa la fachada principal de la Catedral. Natural de Albarracín, tomó posesión de la sede malacitana en 1776, permaneciendo en ella hasta su fallecimiento en 1783, cuando contaba los sesenta y dos años de edad. La historia local lo guarda en su memoria como el gran mecenas que promovió grandes obras de infraestructura para la ciudad, como fueron la reparación del camino de Antequera; la edificación del acueducto de San Telmo, que solucionó los acuciantes problemas de abastecimiento de agua de la que tan falta estaba la población; y el impulso de las obras de la Catedral donde, además, costeó la construcción de uno de sus órganos monumentales. A la par de todas estas actuaciones, en el recuerdo colectivo perdura la incesante labor asistencial que desplegó con una admirable largueza. Los cronistas calculan que invirtió durante su pontificado más de tres millones de reales en estos menesteres, a lo que cabe añadir la ayuda que brindó a comunidades conventuales y el socorro constante a los vecinos del precario barrio de la Alcazaba, tan próximo al templo catedralicio. Sus restos, depositados en uno de los mausoleos de la capilla de la Encarnación, muestra su imagen orante, ataviado con sencillos ropajes litúrgicos y acompañado de una lauda en latín que destaca, más que ninguna otra faceta «…su especial dedicación a los pobres en el gobierno de su grey, siendo digna de toda alabanza su decisión de haber llevado a cabo la ingente obra de la traída del agua tan necesaria para el consumo de la ciudad de Málaga que, por su carestía, estaba al borde de la ruina, por todo lo cual fue muy querido por todos…». Alberto Palomo