La imagen de la patrona que se ubica en el corazón de Málaga, con la Catedral como marco, se gestó dos años antes por un grupo de malagueños que se encontraron en algunos momentos como el propio Agustín Clavijo expone en una noticia de aquel año “algunas situaciones de incomprensión y abatimiento….no por falta de medios económicos sino por la falta de apoyo moral de los que estaban más llamados a potenciar tan feliz iniciativa popular”.

La cuestación de esta imagen se consiguió gracias al pueblo malagueño quien costeó la obra, junto con algunas entidades oficiales, para ello fue primordial la labor realizada por Domingo Mérida a través de su ayuda en el programa de radio “Málaga, paso a paso” y entre los organismos oficiales que colaboraron se encontraban el Gobierno Civil, la Diputación Provincial, la Cámara de Comercio, el Colegio de Arquitectos, el Colegio de Farmacéuticos, el Colegio de Aparejadores, la entonces Caja de Ahorros de Antequera , Edipsa y la Agrupación de Cofradías.

En la parte estética, el diseñador fue D. Eloy Téllez aunque la realización fue a cargo de un maestro gallego a quien en estas tierras le tenemos mucho aprecio: Suso de Marcos y cuya obra fue al mismo tiempo pasada a la piedra artificial por los talleres malagueños Estructuras Termoendurentes que dirigía por aquel entonces Miguel Botella.

La comisión pro monumento estaba encabezada por D. Benigno Santiago Peña, párroco entonces del santuario quien en ese mismo año celebraba el 50 aniversario de su ordenación sacerdotal. También colaboró la comisión del V centenario de la entrada de Santa María de la Victoria en Málaga, presidida por D. Agustín Clavijo y la Real Hermandad de Santa María de la Victoria cuyo hermano mayor entonces era D. José Atencia García.

No está nada mal, de vez en cuando, ir recordando estos detalles históricos más recientes para que podamos apreciar no sólo lo que tenemos sino guardar en la memoria el cariño del pueblo de Málaga a su patrona y de señores que con nombres y apellidos colaboraron por mantener un trocito de historia que este año, como todos los septiembres, volveremos a celebrar.