En ella, el delegado afirma: «El próximo 15 de octubre celebraremos el día de la Catequesis. El lema escogido para este curso está inspirado en una de las cartas del Apóstol San Pablo: «Sois una carta de Cristo». De este modo escribía San Pablo a la comunidad cristiana de Corinto.

»Los catequistas sois una carta de Cristo para los niños y jóvenes de vuestras parroquias. Ser carta de Cristo es ser portadores de un mensaje que transmitimos no sólo con un catecismo y un material, sino sobre todo con nuestras propias vidas. Por eso, el catequista ha de ser una persona de oración, ya que es en el encuentro íntimo con Cristo donde el Espíritu va escribiendo sus más bellas líneas en nuestro corazón.

»De las muchas actividades y temas que preparamos en nuestras catequesis, lo más importante es transparentar a Cristo. El mismo Señor ha de ser el centro de nuestra catequesis, ayudando a niños y jóvenes a iniciarse en ese encuentro íntimo con el Maestro, aprendiendo a tener los mismos sentimientos que Él, celebrando el encuentro semanal con la comunidad parroquial.

»Quizá habéis encontrado a niños que vienen por primera vez a la catequesis y son como una carta en blanco. La cultura religiosa impregna cada vez menos la sociedad actual. Por ello, nuestras catequesis han de estar impregnadas del kerigma, del anuncio explícito de Cristo, sin presuponer que los niños conocen lo más básico y nuclear de nuestra fe. Aunque kerigma y primer anuncio se usan indistintamente en muchos ámbitos, podríamos decir que primer anuncio es el hecho de anunciar a Cristo y su mensaje de salvación, mientras que el kerigma es el contenido que se anuncia1. Con este primer anuncio ha de comenzar todo el itinerario de la fe que ofrecemos en nuestras parroquias.

»«Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad siempre alegres» (Flp 4,4). Ser carta de Cristo significa contagiar la alegría de creer en Él. Y el catequista ha de ser signo de esa alegría para aquellos que el Señor le ha encomendado: niños, adolescentes, jóvenes o adultos. Esa alegría no brota espontáneamente, sino que es fruto del trato asiduo con Aquel que puede hacer brotar la alegría incluso en los momentos en los que nos falta la paciencia.

»El papa Francisco ha insistido muchas veces en resaltar la alegría de los discípulos- misioneros, y sus cartas están invitan a ello: La alegría del Evangelio (2013), La alegría del amor (2016), Alegraos y regocijaos (2019). Hablando de la relación entre catequesis y kerigma, y en relación con la alegría, nos dice: «La centralidad del kerygma demanda ciertas características del anuncio que hoy son necesaria en todas partes: que exprese el amor salvífico de Dios previo a la obligación moral y religiosa, que no imponga la verdad y que apele a la libertad, que posea unas notas de alegría, estímulo, vitalidad» (EG 165).

»Cuando San Pablo escribe a la comunidad de Corinto, había algunos que se habían presentado a esa comunidad con la autoridad que les daba alguna que otra carta de presentación (posiblemente de la comunidad de Jerusalén). Pero Pablo alude a la mejor carta de presentación, que son las vidas de cada miembro de esa comunidad de Corinto.

»Del mismo modo, los niños y jóvenes – a los que dedicáis tanto tiempo y tratáis con tanto cariño – son vuestra mejor carta de presentación. Todos sois testigos del cambio que provoca el encuentro con Cristo en los corazones de los catequizandos. Y quizá habéis tenido ocasión de ver crecer en alguno de ellos la semilla de la vocación al sacerdocio o a la vida consagrada. La semilla de fe que sembréis en ellos será el mejor fruto de vuestra catequesis.

»Doy gracias al Señor por cada catequista que sigue escribiendo esas líneas de fe y amor en los corazones de tantos niños y jóvenes que se acercan a nuestras parroquias, y os animo a sentir que no estáis solos en esta bella labor. Sois enviados por la Iglesia, con el respaldo de la comunidad parroquial, a ser verdaderamente cartas de Cristo en las parroquias.

»Desde la Delegación de Catequesis, queremos dar la bienvenida a Carlos Cervantes, que se incorpora como secretario de misma; y agradecemos el trabajo y el tiempo de María Fernanda Torres al frente de la secretaría. Aunque ella no se despide del todo, porque seguiremos contando con su ayuda como miembro del equipo permanente de la Delegación de Catequesis.

»¡Que el Espíritu Santo os colme de sus dones para afrontar este nuevo curso pastoral!