DiócesisHomilías Entrega de la “Luz de Paz de Belén” (Catedral-Málaga) Publicado: 21/12/2012: 5280 Homilía pronunciada por el Obispo de Málaga, D. Jesús Catalá, en la Eucaristía celebrada con motivo de la Entrega de la "Luz de Paz de Belén", en la Catedral de Málaga el 21 de diciembre de 2012 ENTREGA DE LA LUZ DE LA PAZ DE BELÉN (Catedral, 21 diciembre 2012) Lecturas: Jn 20, 19-29. 1.- La Luz de Paz de Belén es una iniciativa de los Scouts católicos de Austria. Llega todos los años a Viena (Austria) y desde allí se reparte cada las demás naciones. Este año, el Año de la Fe, la Luz de Paz de Belén llegó el pasado domingo 16 de diciembre a Vitoria en un acto que tuvo lugar en la Catedral de María Inmaculada, la Catedral Nueva. Desde allí salieron numerosas delegaciones para distribuirla por todos los rincones de España. En este Año de la Fe se nos ha propuesto la lectura del encuentro de Jesús resucitado con los apóstoles. Y en este encuentro donde Él les enseña los signos de la Pasión, las manos con los agujeros de los clavos, hay un apóstol que, en el primer encuentro, el primer día de la semana, justo a los ocho días de la resurrección del Señor, no estaba. Cuando los hermanos apóstoles le hablan de que han visto al Señor, ese apóstol, llamado Tomás no se lo cree y dice que tiene que hacer la prueba de ver las llagas del costado (cf. Jn 20, 25). Y siempre se repite a los ocho días, al domingo siguiente, sí que estaba Tomás. Tomás tiene una actitud de no creencia, de no creer en la resurrección del Señor hasta que tiene un encuentro con Él. 2.- Lo importante en este Año de la Fe es que tengamos un encuentro personal con el Señor. Sin un encuentro con Él es difícil creer. Uno no da su sí al Señor simplemente por oídas. El sí ha de ser de una persona a otra persona. De mí corazón a tú corazón. De mi voluntad a la tuya. Podemos tomar este ejemplo de Tomás, de los apóstoles que aceptan esa presencia del resucitado que les ilumina la vida, les cambia por completo en ese encuentro, los convierte en evangelizadores. Pues tomar ese ejemplo para decir a Jesús que creemos en Él. En este Año de la Fe hacemos profesión de esa fe de la Iglesia: “Señor mío y Dios mío, yo creo en Ti, yo creo que tú eres nuestro Dios, yo creo que Tú nos has salvado, yo creo en tu resurrección”. Y hay otra profesión de fe que es la de la Virgen. Estamos en Adviento y la figura de la Virgen siempre es especial en este tiempo litúrgico. La Virgen María cuando llega el ángel a anunciar que va a ser la Madre de Jesús, después de poner los reparos propios, al final, ¿recordáis lo que le dijo al ángel? ¿Cuál fue la respuesta de María al ángel? (Respuesta de un joven: “He aquí la esclava del Señor”). «He aquí la esclava del Señor» (Lc 1, 38a). A ver, todos decimos juntos: (Proclaman los jóvenes: “He aquí la esclava del Señor”). Y continuó diciéndole al ángel: «hágase en mí según tu palabra» (Lc 1, 38b). A ver, otra vez todos: (Proclaman los jóvenes: “Hágase en mí según tu palabra”). Se fió de Dios a través del ángel, pero se fió de Dios. Y, como nos han dicho en la introducción, esa es una profesión de fe que en realidad hace la humanidad en María. Una mujer representando a la humanidad dice: “Yo acepto la voluntad del Señor”. Y con María nosotros esta noche vamos a aceptar esa presencia de Dios en nuestra vida y esa luz que Él nos trae, la Luz de Paz de Belén. La luz de Cristo que es la Paz que nos llega de Belén donde Él nació hace dos mil años. Hemos de ensanchar el corazón para que penetre dentro de nosotros esa presencia del Señor. 3.- En este Año de la Fe podríamos decir que cada uno de nosotros somos como una chispa de fe. ¿Os gustaría ser chispas de luz? (Respuesta de los jóvenes: ¡Sí!). Cada uno podemos ser como una chispa de luz, creyendo en lo que Dios nos pide, aceptando su presencia resucitada entre nosotros, dejándonos iluminar por su luz. Esta luz de Belén que ahora prenderemos todos significa la luz de Cristo y es Él el que nos ilumina nuestra vida, es Él el que nos acompaña, el que nos hace ver las cosas de otra manera. El testimonio que hemos escuchado antes de un scout, esa experiencia que ha tenido que no podría haberla tenido de otra manera y que cambió su vida, es porque estaba presente Jesús que la ha ido transformando poco a poco. 4.- El papa Benedicto XVI en este mes en el que estamos nos ha dado una intención misional, para misiones, para todos nosotros. Y la intención de este mes: “Para que Cristo se revele a toda la humanidad con la luz que emana de Belén y se refleja en el rostro de la Iglesia”. Fijaros, en esta intención hay como cuatro frases importantes: 1) Cristo es LUZ que se revela a toda la humanidad; 2) nacido en Belén, por eso está hoy aquí la luz de Belén, la luz que ilumina a toda la humanidad; 3) y se refleje en el rostro de la Iglesia. ¿Sabéis que voy a pedirle al Señor? Que esta luz de Belén se refleje en vuestros rostros, que vuestro rostro, que vuestra cara que es reflejo de vuestro corazón y de vuestra alma, cuando os vean radiantes de alegría, a través de vuestro rostro puedan descubrir la luz de Jesús. ¿Estáis dispuestos? 4) sed reflejos de esa Luz. ¿Estáis dispuestos de que, a través de vuestra conducta, de vuestro rostro, de vuestra vida puedan descubrir otros la luz de Belén, la luz de Jesús? (Respuesta de los jóvenes: ¡Sí!). Pues eso vamos a pedírselo ahora al Señor. De forma directa y también por intersección de la Virgen María. Que así sea. 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