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Concentración silenciosa por la siniestralidad laboral

Publicado: 03/02/2010: 253

•   Manifiestación de dolor y denuncia

El viernes 5 de febrero a las 20.00 h en la Plaza del Obispo ante la muerte en accidente laboral de un joven de 26 años en Cómpeta. Se encontraba solo realizando una zanja de 3,5 metros de profundidad y quedó sepultado bajo la tierra.

Ante este nuevo suceso de siniestralidad laboral en nuestra provincia, el Secretariado Diocesano de Pastoral Obrera y la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica), ambas instituciones vinculadas al Obispado de Málaga, manifiestan ante la opinión pública lo siguiente:

“En primer lugar, desde nuestro sentimiento más profundo como trabajadoras y trabajadores, nos queremos unir al inmenso dolor de sus familiares y allegados. Al mismo tiempo, queremos expresar la rabia y la impotencia que sentimos, como personas del Mundo Obrero y como cristianos, ante la cruda realidad de la siniestralidad laboral, y vamos a convocar una concentración silenciosa, a la que invitamos a participar a toda la sociedad malagueña, para poder testimoniar juntos nuestro dolor y nuestra solidaridad con los familiares y compañeros de este trabajador.

Con este gesto público, queremos concienciar y hacer un llamamiento a la sociedad de la necesidad de poner medios que posibiliten que “El trabajo sea para la vida y que no existan más muertes en el mundo del trabajo”.
 
 “La solidaridad nos ayuda a ver al ‘otro’ - persona, pueblo o nación- no como un instrumento cualquiera para explotar a poco coste su capacidad de trabajo y resistencia física, abandonándolo cuando ya no sirve, sino como un ‘semejante’ nuestro (…) para hacerlo partícipe, con nosotros, del banquete de la vida, al cual todos los hombres son igualmente invitados”
(Sollicitudo rei socialis, n. 39)
 
Para los cristianos, seguidores de Jesucristo, para la Iglesia, la dignidad, la salud y la vida de cualquier trabador o trabajadora valen más que todo el oro del mundo. El valor del trabajo no reside en su rentabilidad económica, ni siquiera en el producto o servicio que genera; radica en la persona que lo realiza, imagen e hija de Dios, que quiere que el trabajo sea para la vida, y no al contrario. Por eso, también forma parte de nuestra tarea evangelizadora el velar y luchar por esa vida, por esa dignidad.

Al mismo tiempo, con este acto queremos transmitir que la siniestralidad laboral se debe afrontar ya, no sólo como un problema laboral, sino como un problema social y político que exige el compromiso de todos y todas (administraciones, empresarios, trabajadores, organizaciones sindicales, partidos políticos, asociaciones, etc.). No podemos mantenernos impasibles ante tanta desgracia injusta y, en muchos casos, evitable."
   

 

Autor: Oficina de Prensa

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