El martes 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Niño Jesús en el Templo y de la Purificación de Nuestra Señora, conocida popularmente como la Fiesta de la Candelaria, se celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, que este año tiene por lema “Caminos de Consagración”.

La vida consagrada es un don de Dios a la Iglesia; un don que reciben determinadas personas como especial vocación. Éstas responden consagrándose a Dios de por vida, en el radical seguimiento de Jesucristo, por los votos de obediencia, castidad y pobreza, que, como norma, viven en comunidad, y se entregan plenamente al servicio divino y al de los hermanos, especialmente a los más pobres y necesitados. Viven el espíritu de las bienaventuranzas y para ellos Dios lo es todo en su vida.

La Iglesia de Málaga, desde sus orígenes, ha contado con el gran apoyo de las órdenes religiosas para su tarea de evangelización. Hoy los religiosos y religiosas están presentes en la diócesis a través de 74 comunidades de vida activa (24 masculinas y 50 femeninas) y 22 monasterios de clausura, todos femeninos.
 

El vicario de la Vida Consagrada en nuestra diócesis, José Manuel Ferrary, en su carta con motivo de esta jornada, nos recuerda que “La celebración de este día ha de ser motivo de satisfacción y de oración por la perseverancia y la fidelidad de aquellos que viven su consagración. Una ocasión, también, para insistir orando por las tan necesarias vocaciones. En definitiva, una jornada marcada por el agradecimiento por el don de los distintos carismas que enriquecen nuestra Iglesia Diocesana”.

En su misiva, el vicario recuerda que con motivo de esta celebración y como es habitual, se reunirán el 2 de febrero en la iglesia de la Concepción (Esclavas, calle Nueva) en una celebración eucarística que presidirá, a las 7 de la tarde, el Sr. Obispo.