Esta orden religiosa con más de 10.000 hermanos repartidos por 99 países en Antequera la componen cinco hermanos que desarrollan su labor en las capellanías de tres conventos y una parroquia. Así mismo, son confesores de cinco comunidades de monjas, directores espirituales de dos colegios y atienden la Casa de Transeúntes, “San Francisco de Asís”, la casa de acogida para mujeres inmigrantes, “Madre Carmen”. Además son promotores de “Antequera Solidaria”, agrupación social que distribuye alimentos a familias.

Los Capuchinos son una orden religiosa que forma parte de la familia franciscana, concretamente una de las tres reformas, existentes hoy, surgidas de los frailes de san Francisco. Los Capuchinos surgieron a partir de la experiencia de renovación de fray Mateo de Bascio, Rafael y Ludovico de Fosombrone, en 1528. Los primeros Capuchinos subrayaban la vida de oración, pobreza, austeridad y fraternidad así como la predicación sencilla al pueblo y la dedicación a los enfermos afectados por la peste (leprosos de su tiempo). Querían imitar a Francisco de Asís hasta en su porte externo; por eso iban descalzos, usaban barba y llevaban una túnica con una larga capucha puntiaguda. De aquí su apelativo de “capuchinos”, simplemente por la reposición que hacían del hábito original, en que destacaba un simple capucho largo. Hoy son en el mundo alrededor de 11.000 hermanos y están presentes en 99 países de todos los continentes. Nos señala el P. Paco Martínez, superior de la comunidad, que “la fundación de Antequera, donde nos encontramos, data de 1613 y en la diócesis de Málaga existieron además de Antequera, los conventos de Málaga, Ardales, Vélez y Casares”. Es de destacar a dos capuchinos de esta Provincia de Hermanos Menores que murieron en olor de santidad: el Beato Diego y Fray Leopoldo.