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Dios nos entrega a su Hijo, y los cristianos, ¿qué hacemos?

Publicado: 09/12/2009: 189

•   El Amor inventa formas de compartir en una Navidad con poco dinero

Un grupo de trabajadores de una empresa malagueña ha renunciado este año a la cena y la cesta de Navidad que cada año les ofrecen y la han convertido en 442 cestas con alimentos básicos que se repartirán a familias con necesidades económicas.

Actos como éste no son una heroicidad navideña para limpiar la conciencia, sino actos del Amor de Dios reflejado en estos trabajadores y otras muchas personas que quieren dejar claro a la sociedad que el nacimiento del Señor en Belén se tiene que notar en los adornos de las calles, en nuestras palabras y villancicos, y en nuestras obras.

Es más, estos actos de generosidad no se dan sólo en Navidad, aunque en este tiempo es cuando más publicidad se les da. En el Evangelio de hoy, la gente pregunta a Juan “¿qué hacemos?” y él da una respuesta clara. ¿Y nosotros, qué hacemos? Hemos preguntado en dos parroquias de Fuengirola y Estepona, y a algún cristiano más.

“En muchas ocasiones, la gente nos pregunta: los cristianos, ¿qué hacéis, para qué servís? Como el profeta Juan el Bautista, nosotros podemos responder que nuestras puertas están siempre abiertas y que el que a ellas llama es para nosotros Cristo.Pero la realidad es que, aunque nuestros recursos humanos son inmejorables, nuestros recursos económicos son escasos, así que aunamos esfuerzos con todas las personas de buena voluntad que están trabajando por el bien común, tanto desde instituciones civiles como de distintas asociaciones.

Fuengirola es un pueblo generoso y solidario”. Así responde Antonio Domínguez, el párroco de San José, en Fuengirola, ante la pregunta de cómo se comparte en esta localidad, no sólo en Navidad sino durante todo el año.

Pero claro, los cristianos no podemos quedarnos en hacer cosas solidarias, “tenemos que ir más allá y, como Juan, tenemos que anunciar que viene uno detrás de nosotros al que no somos dignos de desatar la correa de la sandalias”. Como comunidad creyente, la parroquia de San José de Fuengirola se reúne alrededor del Resucitado, y busca el perdón en el sacramento de la reconciliación, y ora ante el Santísimo, y profundiza en la Palabra de Dios, y canta villancicos ante el belén, y, sobre todo, celebra la Eucaristía, donde redescubre su fe.“El Emmanuel, el Dios con nosotros, nos recuerda algo muy importante, afirma el párroco: cada día tiene que ser Navidad en cada uno de nosotros; por eso es tiempo de descubrir dónde no ha nacido todavía Dios en nuestras vidas, y buscar la justicia para nuestro mundo. Hay que detectar las nuevas formas de pobreza que se están creando a nuestro alrededor y que muchas veces no vemos”.

Decenas de voluntarios de Pastoral de la Salud, de la Penitenciaria y de Cáritas de esta parroquia, dan cada día de su mayor riqueza: su entrega y generosidad, su disponibilidad y servicio. Y todos juntos están deseando celebrar la Navidad: el mismo Dios se hace niño, inmigrante y sin techo.

Autor: Revista Diócesis

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