Estas cinco instituciones, tres de la Iglesia, llevan un tiempo trabajando en común en la acogida de las personas que no tienen hogar. El 22 de noviembre vuelven a unirse para presentar el “Día de los sin techo”, una campaña en la que nos recuerdan que “la sociedad está creando categorías de ciudadanos: excluidos e incluidos, y que es necesario trabajar por la justicia para superar esta desigualdad, porque todos los ciudadanos somos personas. La crisis económica en la que estamos inmersos no ha nacido de la nada, es consecuencia del tipo de sociedad que hemos creado durante años”. Los datos son alarmantes. En 2008 se dispensaron 4.887 atenciones a personas sin techo en Málaga, pues sólo en el primer semestre de 2009, el número va ya por 2.987, y se prevé que siga creciendo. Si el número de personas que vivía el año pasado en la calle era de 350, este año han aumentado en un 20% las atenciones. Ante esta realidad, la Iglesia denuncia y actúa.

Los voluntarios que trabajan en el equipo de calle de Cáritas ven en la persona sin techo al mismo Jesucristo, que tampoco tenía “ni donde reclinar la cabeza”. Para ellos es una experiencia difícil de explicar con palabras: el Evangelio les anima a interesarse por quienes viven en la calle. Las respuestas que se dan desde estos centros son: atención individualizada, acompañamiento en las necesidades básicas, derivación y coordinación con otras instituciones, servicio de higiene y vestuario, búsqueda de empleo, asesoramiento legal y jurídico, trámites de documentación, pagos de medicamentos, becas y ayudas económicas, atención coordinada a los enfermos mentales.

Más información en el número de la revista DIÓCESIS de esta semana.