En la homilía, Planas resaltó la importancia de la parroquia como comunidad eclesial que sirve en el barrio. Recordó que se están celebrando los 50 años de su creación e hizo hincapié en que vivimos momentos difíciles pero importantes, que no son mejores ni peores que los del pasado. Animó a todos a vivir con alegría la fe y a seguir formando comunidad al estilo de lo marcado por Jesús.

Antes del ofertorio se procedió al envío de los hermanos que participan en algunos de los grupos de apostolado que existen en la parroquia o tienen encomendada algunas tareas administrativas: Economía, Despacho Parroquial, Liturgia, Pastoral de la Salud, Cáritas, Grupos de Estudio y Oración, Catequesis, coros de los sábados y de los domingos y Consejo Parroquial.

Los cánticos corrieron a cargo de los dos coros parroquiales.

Terminó la celebración eucarística con el canto del himno a Nuestra Señora del Pilar. 

Concluida la ceremonia religiosa, tuvo lugar, en los salones parroquiales, una comida de hermandad.