Desde la parroquia explican: «hemos observado que en nuestra zona, como en muchas otras, hay muchas personas mayores o que sufren alguna enfermedad y se sienten solas. Por las características del entorno (muchas urbanizaciones y la mayoría de ellas alejadas del núcleo del pueblo), quien esté en casa y no tenga la suerte de tener cerca a familiares o amigos, puede sentirse aislado/a. Como comunidad parroquial sentimos que ésta es una realidad a la que tenemos que dar respuesta».

 

Eso ha movido a lanzar una iniciativa con la ayuda del grupo de Cáritas de la parroquia, como primer paso para que funcione, de manera autónoma, un grupo parroquial de Pastoral de la Salud. 

 

Para darla a conocer, han elaborado unos folletos (en castellano y en inglés) para hacerlos llegar a las personas que pueden estar en esa situación de soledad, y quieran ser visitadas. En el folleto, además, se dirige un mensaje a los que quieran participar como voluntarios. A estos se les ofrece una formación previa en la parroquia, con un material de Pastoral de la Salud que les dota de las herramientas y pautas fundamentales para saber qué tipo de ayuda prestar. «Como parroquia queremos ser Iglesia en salida, estar cerca para acompañar, conversar, compartir la fe y facilitar el acceso a los sacramentos», afirma el párroco Juan Baena. El deseo de la comunidad es empezar a formar un grupo de personas e ir organizando el trabajo según las zonas y el idioma de los demandantes.