JESÚS DE LA LLAVE.  Puede sorprender que en un Festival de cine español como el que se está celebrando estos días en Málaga se tenga ocasión de escuchar la voz del Papa en Rabia, una de las películas presentadas a concurso en la Sección Oficial. Efectivamente, puede sorprender y sorprende, ante todo por tratamiento respetuoso y positivo con el que se hace.

En el film se hacen también explícitas referencias religiosas como dando a entender que el hecho religioso está ahí, puede influir en nuestras vidas y posee un indudable poder sanador en la vida humana. Sorprende asimismo como la casi totalidad de títulos presentados hasta ahora en el  Festival reivindican la necesidad de replantearnos algunas cuestiones.

En muchos casos los filmes nos hablan de la soledad presente en una sociedad egocéntrica, fragmentaria y narcisista como la nuestra. Se respira también un anhelo de encuentros, de amistades sinceras y proyectos compartidos.  Pero lo que más sorprende es que, en tres de los ocho largometrajes vistos hasta ahora, se nos cuenten historias de embarazos no deseados en los que se decide tener al hijo a pesar de la variedad de circunstancias, siempre difíciles, que nos muestran. Grata sorpresa.  Con la que está cayendo…