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Mons. Argüello: «La propuesta de la antropología cristiana sobre la sexualidad es bella, es apasionante».

Publicado: 08/08/2024: 3816

CEE

El arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, ha participado este jueves en el II Campus de Verano de la Pastoral Universitaria de Toledo que está teniendo lugar en Casa Diocesana Málaga. Ha ofrecido una de las ponencias del encuentro cuyo tema central es "¿Identidad o elección? El género en la especie humana"

«Tenemos que hacer el esfuerzo de escuchar: ¿que es lo que se quiere decir con muchas de las propuestas que se nos hacen?»

El tema de la ideología de género tiene mucha actualidad y mucho interés sobre todo para los jóvenes... 

Ya lo creo que sí, porque tiene que ver en definitiva con lo que somos, con lo que amamos, con lo que hacemos. Como justo dijo el Papa Francisco hace un año en Lisboa, en este asunto se dirime la relación que existe entre antropología, economía y política.

¿Qué consejo le da a los jóvenes para que puedan defender la propuesta cristiana frente a los intentos de imposición de la ideología de género? 

Hay diversos niveles. Por una parte, está el esfuerzo que hemos de hacer de escucha: ¿que es lo que se quiere decir con muchas de las propuestas que se nos hacen?; y, por otras, ser conscientes cuando surgen los estudios de género y las diversas ideologías de género, de la importancia de lo cultural, hasta el punto de que para algunos la cultura desborda o asume la naturaleza y todo es género y nada es sexo. También ahí es importante reivindicar la importancia también de una propuesta cultural, de un ambiente de relaciones y de propuesta en el que sea posible un coloquio entre las tres cosas que están en juego, que es el sexo, que es la cultura y que es la libertad. Yo creo que es un tiempo para reivindicar la libertad porque una de las características de las ideologías, además de que reducen la mirada sobre lo real, es que tienden a ser totalitarias. Por una parte se defiende que todo es fluido, que todo es cambiable, que cada uno puede hacer lo que quiera; pero luego se defienden las llamadas terapias afirmativas. Una vez que alguien dice: “me sitúo aquí” en esta corriente del fluido queer, pues ya no se puede hacer nada, y todo lo que suponga entrar en diálogo con eso es considerado como odio o como terapia de conversión, por decirlo así, cuando quizás estamos sometidos a todo esto. Por eso yo aconsejo, vuelvo a la pregunta, primero escuchar porque también es cierto que las cosas no surgen por casualidad; segundo, promover una cultura; y por último, antes que pensar en los combates, yo creo que es importante vivir y ofrecer lo que se vive en medio de las relaciones ordinarias desde una intuición: que la propuesta de la antropología cristiana sobre la sexualidad es bella, es apasionante y tiene capacidad para tocar el corazón humano. Hay que vivirla y ofrecerla. 

¿Cree que, a veces, los creyentes tenemos complejo de inferioridad pensando que la antropología cristiana resta, cuando es todo lo contrario?

Exactamente. La sexualidad cristiana tiene la capacidad de construir morada, de hacer ambiente, de establecer relaciones y de generar pueblo. Y eso es algo yo creo que muy importante en esta hora. Además de una cuestión, que por obvia a veces no la decimos, pero es que la sexualidad está relacionada con la transmisión de la vida y, en este momento de invierno demográfico, de envejecimiento de las sociedades, es muy importante promover con valentía esta propuesta de sexualidad. Una propuesta por supuesto vinculada al amor, vinculada a la comunión entre las personas, pero también vinculada a su razón de ser biológica, natural, creacional en el designio de Dios, que es la transmisión de la vida, que es la colaboración con el Dios creador. 

Encuentros de jóvenes como este de Pastoral Universitaria de Toledo son importantes porque nadar a contracorriente es más fácil cuando uno se siente acompañado...

Sí, es muy importante poder encontrarse, generar un ambiente, reflexionar sobre cosas que están en la plaza pública, poder escucharse unos a otros, escuchar las propuestas que hacen quienes ofrecen sus reflexiones. Desde ahí, desde este ambiente que se generan en encuentros como este, se puede abordar mejor la vida ordinaria en el mundo universitario y en distintos ambientes y poderlo hacer desde la referencia de que he vivido algo valioso que me da fuerza para poder también intentar vivirlo cuando estoy en ambientes más contracorrientes. 

¿Un consejo rápido para un verano cristiano? 

Pues no dejar de ser cristiano. 

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Antonio Moreno Ruiz

Periodista y portavoz de la diócesis de Málaga

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