“Vida en los Pueblos, propuesta de esperanza” es el lema que ha guiado este encuentro, en el que han aprovechado para hacer un análisis de la realidad rural, de la nueva percepción que se está teniendo sobre ellos, de sus necesidades y los retos que este medio plantea para una vida digna y plena. Desde el método del Ver, Juzgar y Actuar se abordaron los desafíos que supone la vida en el entorno rural y la falta de infraestructura y oportunidades. Como explica Rosa Esteban, militante del Movimiento en Málaga, «la vida en los pueblos no es como en las ciudades. El trato humano es más directo, se participa y se convive más. Pero quienes vivimos aquí vemos como progresivamente se reducen muchos servicios a nuestro alcance, desde los médicos hasta los bancos que abren una o dos horas a la semana, la falta de autobuses, la distancia que tienen que recorrer los jóvenes para ir al instituto y que acaban por empujarles a vivir en otro sitio… Desde el movimiento, podemos traer la Buena Noticia a este entorno. Nuestra misión como cristianos es mirar esa realidad con los ojos de Jesús y ver qué haría Él, para intentar avanzar nosotros en ese camino».

La fe en los pueblos está muy vinculada a la religiosidad popular, como cuenta Rosa, con expresiones «muy arraigadas, pero que necesitan también un esfuerzo constante por darle profundidad». Todo eso forma parte también del marco en el que se desarrolla esta pastoral, que ha vivido estos días una de sus principales actividades del año. La jornada, a la que se unieron también miembros de la Hermandad Obrera de Acción Católica de Málaga, tuvo un momento central en la celebración de la Eucaristía parroquial de Montejaque, que estuvo presidida por José Villasclaras, consiliario del movimiento en Málaga y párroco de la localidad y que contó con moniciones, cantos y ofrendas preparadas por el Movimiento. En la actualidad, este cuenta con grupos en Yunquera, El Burgo, Benaoján y Montejaque. En total son unos 16 miembros, pero con los simpatizantes llegan a los cincuenta.

Durante el año se reúnen en dos ocasiones, además del encuentro final de curso, que convoca al pleno del movimiento en una jornada de revisión y celebración. Aparte, los grupos tienen sus reuniones propias semanalmente, en las que trabajan materiales que se ofrecen a nivel nacional y que se adaptan a cada realidad.

UNA CATALANA MONTEJAQUEÑA

Esta militante del Movimiento Rural Cristiano nació, curiosamente, en Cataluña, pero aterrizó en Andalucía hace 32 años por unas vacaciones. «Fue por casualidad. Al cabo de un año me vine a vivir aquí a Montejaque y al poco tiempo me invitaron a un encuentro en los pantanos de Ardales. Cogí mi cámara fotográfica, como el que va de excursión, pero cuando estuve allí me di cuenta de que aquello era algo distinto a lo que yo había vivido, incluso como creyente. Me gustó mucho y poco a poco me fui incorporando», cuenta. Rosa se hizo una malagueña rural más, fundó junto a otras cuatro mujeres una cooperativa dedicada a alimentos ecológicos, movida por el deseo de promocionar la zona y fomentar el empleo, y también creó una asociación de mujeres. «Participo en prácticamente todo lo que se hace en el pueblo —explica— Y en el movimiento llevo muchos años en el pleno a nivel de España y ahora soy la tesorera nacional».

Facebook del Movimiento Rural Cristiano, con vídeos y materiales del movimiento.

Si estás interesado/a, el Movimiento Rural Cristiano en Montejaque dispone del teléfono 686 80 41 15