Araceli Caballero: «Cambiemos nuestro concepto de felicidad»
Entrevista
Araceli Caballero García, periodista y colaboradora habitual en revistas como Alandar o Noticias Obreras, ha presentado en Málaga su último libro: «Maneras de vivir. Mucha gente pequeña, haciendo cosas pequeñas, está cambiando el mundo», editado por la Hermandad Obrera de Acción Católica
Consulta el índice del libro.
El libro podrá adquirirse en el acto de presentación y en la web de la HOAC.
En esto de la ecología, ¿de qué sirve un granito de arena?
Yolanda Fresnillo, que ha trabajado en el Observatorio de la Deuda de Cataluña, dice que hay que seguir sacando adelante pequeñas iniciativas, pero hay que abordar estratégicamente la necesidad de un cambio a gran escala. Cuando trabajé en Manos Unidas se me cerró lo que denomino el triángulo viciado: deterioro ambiental, empobrecimiento e injusticia. Los actos individuales no son individuales. Cuando una cosa es de todos quiere decir que es mía también y me afecta. Esto que decían los ecologistas de “actúa local y piensa global” está bien, pero hay que actuar también con perspectiva global. Es muy importante.
Su obra plantea acciones cotidianas: comer, beber, vestirse, consumir… que ya hay quien vive de un modo distinto. ¿Por qué eligió esos verbos?
Tenía mucha información de iniciativas que ofrecen otra manera de vivir, y quería ofrecer recursos, proyectos concretos de gente pequeña que puedan ser accesibles. Los verbos que planteo son todos activos (que ya nos “pasivean” mucho en todas partes) y busco que reflejen necesidades básicas, para poder articular en torno a ellas la información y que nos ayude a transformar nuestra propia manera de vivir.
Terminas con el verbo “decrecer”…
No es un concepto negativo, sino propositivo. Así quiero que se entienda. Parece que ahora tenemos que crecer sin parar. Pero no podemos crecer indefinidamente en un planeta limitado en materiales, en capacidad de soportar la basura que generamos… ¿Quiénes tenemos que decrecer? Porque esto no es “café para todos”. El 10% de la población posee el 75% de la riqueza y es causante de la mitad de las emisiones de efecto invernadero. Nosotros somos los que tenemos que decrecer. Otros no tienen ni la taza para el café. ¿Y cómo decrecemos? Como decía Susan George, hay que ampliar y cambiar nuestro concepto de felicidad, cambiar los hábitos cotidianos y las políticas. Casi nada. Como decía Gandhi: «vive sencillamente para que otros, sencillamente, puedan vivir». Y es que nos complicamos mucho la vida. Vendemos la vida para complicárnosla.
