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Publicado: 06/09/2011: 1009

La revista "Diócesis" publica, esta semana el testimonio de cuatro malagueños en torno a su vivencia de la JMJ. ¿Con qué palabras del Papa se queda cada uno? La respuesta, aquí.

«No paséis de largo ante el sufrimiento humano»

Rocío Moltó tiene 25 años. Es una joven cofrade malagueña del barrio de la Victoria, que asistió a la JMJ Madrid 2011 con un grupo de 30 jóvenes cofrades de la diócesis.

Para Rocío Moltó, participar en la JMJ ha sido una experiencia de la que podría estar hablando horas y horas. Es más, hace unos días quedó con una amiga agnóstica que tenía mucho interés en que le contara cómo había sido su experiencia. Al contarle lo que había vivido, su amiga decía que “sentía envidia sana de ver cómo se me iluminaba la cara y me llenaba de vida, al contar el reencuentro que había tenido con mi fe. Ha sido algo que todo cristiano debería vivir. Increíble, inenarrable, inmejorable”.

Uno de los momentos fuertes para los cofrades fue el Vía Crucis, en el que Benedicto XVI dijo a los participantes: «No paséis de largo ante el sufrimiento humano». A Rocío, esta frase le hace pensar en que “sólo mirando a Dios podemos descubrir al hombre como hermano, y que, si ignoramos el sufrimiento humano, ignoramos a Dios, presente siempre en los que sufren”.

«No se puede seguir a Jesús en solitario»

Rafael Porras, 34 años. Profesor del Colegio de los Maristas. Participó en la JMJ con un grupo de jóvenes de su parroquia: San Pedro Apóstol. También participaron un grupo de adultos y el párroco, Alfonso Crespo.

Una de las frases que sigue resonando en la cabeza de Rafael es la pronunciada por Benedicto XVI en la homilía del domingo 21 de agosto, en la Misa celebrada en Cuatro Vientos: «No se puede seguir a Jesús en solitario». Para Rafael, la JMJ ha sido una ocasión para darse cuenta de la importancia de la comunidad cristiana. Ver a más de dos millones y medio de jóvenes, de distintas culturas, grupos, edades... compartiendo la misma fe, no te deja indiferente. Es la primera vez que participa en una JMJ, aunque ya ha vivido varias experiencias al estilo de Taizé. "Esta JMJ me ha llenado de esperanza e ilusión y me siento mucho más orgulloso de pertenecer a la Iglesia. Es Cristo quien nos ha convocado en Madrid y quien nos vuelve a convocar en Brasil para el 2013». 

A Rafael también le ha llamado la atención el testimonio de servicio de Benedicto XVI: "Un hombre de 84 años, que ha hecho un esfuerzo impresionante para hablarnos a los jóvenes de la fe, partiendo de los problemas actuales en los que vivimos».

«La vida consagrada es la raíz del amor a Jesucristo»
 
Madre Saray Ramírez tiene 27 años, pertenece a la congregación de Madres de Desamparados y San José de la Montaña desde hace nueve años. 

Cuando Madre Saray escuchó las palabras de Benedicto XVI en el encuentro con las jóvenes religiosas, hizo la siguiente síntesis: “La entrega de Jesucristo fue sin condiciones, sin ataduras, una vida por y para los demás, movida por el amor... Y ése es el sentir de la Vida Consagrada; por eso, ésta está edificada, arraigada y firme en el amor a Jesucristo. Si no, ¿qué sentido tendría?”

Al preguntar a Madre Saray por lo que ha significado la experiencia de la JMJ Madrid 2011 para ella, responde con sencillez: “¿Se puede resumir en palabras?... Esperanza por ver que esto no se acaba, renovación al ver tanta gente y tan diferente unida por lo mismo, comprobar que realmente "no estamos locos porque sabemos lo que queremos"; o mejor dicho, a Quien queremos. Pero sobre todo afianzar, fortalecer mi fe y "reconvencerme" (si es que se dice así) de que realmente ¡esto vale al pena!”

«La casa donde se busca la verdad propia de la persona humana»
 
Inmaculada Alados Arboleda es profesora titular del Departamento de Física Aplicada II de la Universidad de Málaga. Participó en el encuentro del Papa con los profesores universitarios.

Para esta profesora de la Universidad de Málaga “participar en el encuentro de El Escorial con Benedicto XVI ha sido una experiencia única. He tenido la oportunidad de escuchar y ver al Papa, profesor universitario, quien nos ha transmitido su experiencia en la Universidad y nos ha recordado cuál debe ser nuestra aspiración  como profesores de esta institución, alentándonos a ello. Especial significado han tenido sus palabras “la universidad ha sido, y está llamada a ser siempre, la casa donde se busca la verdad propia de la persona humana”.  Esta afirmación nos lleva a no pactar con una visión reduccionista, en la que convertimos la universidad en un lugar donde formar especialistas altamente cualificados, sin tener en cuenta toda la dimensión de la persona. Nos impulsa a despertar en la gente joven aspiraciones que les lleven, a través de sus estudios específicos, a poner las bases para construir entre todos una sociedad más en consonancia con la persona humana. Para esto tenemos que estar convencidos “de la capacidad humana de avanzar en el camino hacia la verdad” y apostar por nuestros alumnos, acompañándolos y avivando en ellos ideales altos”.

Entrevistas de Encarni Llamas, publicadas en "Diócesis"

Autor: diocesismalaga.es

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