NoticiaSocial «Para unos, alimento sobrante; para otros, alimento esencial» Publicado: 06/08/2019: 16462 “El mundo no necesita más comida, necesita más gente comprometida” era el lema que Manos Unidas nos proponía en su campaña contra el hambre del año 2017 porque «un tercio de nuestros alimentos acaba en la basura. Mientras, 800 millones de personas siguen pasando hambre en el mundo», nos recuerda Ana Torralba, presidenta en Málaga de esta ONG católica para el desarrollo. Muchas son las iniciativas que han ido surgiendo en distintos países del mundo y en las que se están implicando tiendas y restaurantes, con el objetivo de acabar con el despilfarro de alimentos y proteger el medio ambiente. Se trata de utilizar las nuevas tecnologías para ofrecer la comida sobrante a precios reducidos. En Málaga ya están funcionando desde hace algunos meses. Ante estas iniciativas creativas, la presidenta de Manos Unidas Málaga, Ana Torralba, afirma que «nos parece muy acertado poner en marcha iniciativas que supongan no tirar esa comida sobrante que es tan necesaria es para muchas personas en nuestro país y fuera de él. Y vamos más allá. También hay que pensar en los recursos materiales, naturales y personales que se han utilizado para hacer posible dichos alimentos que acaban en la basura. Se podrían haber utilizado para otro fin». Cuando Manos Unidas puso en marcha su campaña “El mundo no necesita más comida, necesita más gente comprometida”, invitó a la sociedad a pensar detenidamenta que «en el mundo hay alimentos para todos los que habitamos en él, pero están muy mal repartidos y mientras unos desperdiciamos toneladas, otros no tienen nada que llevarse a la boca y, lo que es más triste y doloroso, nada que dar a sus hijos», añade Ana Torralba. «Es una alegría comprobar que surgen iniciativas que, dentro de la ley y de la ética, buscan sensibilizar las conciencias para que tengamos sentido común a la hora de comprar y consumir los alimentos. Y pensemos que lo que para unos es un alimento sobrante, para otros es un alimento necesario», afirma la presidenta. Y es que, como ha denunciado la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), a pesar de que se produce lo suficiente para alimentar a casi el doble de la población mundial actual, todavía sigue habiendo casi 800 millones de personas que no pueden comer, a las que se niega el derecho fundamental a alimentarse. Según el Informe del Programa Mundial de Alimentos, el hambre representa el mayor riesgo para la salud en el mundo, porque mata a más personas cada año que el sida, la malaria y la tuberculosis juntos. «El hambre es un problema social con implicaciones éticas que exigen una respuesta decidida, tanto a nivel internacional, como personal. La propuesta de Manos Unidas gira en torno a la solidaridad, la defensa del bien común, la opción por los pobres y el reconocimiento del destino universal de los bienes», concluye Ana Torralba.