La fiesta del Sagrado Corazón de Jesús es la tercera y última de las fiestas que han seguido al Tiempo Pascual, tras la Santísima Trinidad y el Corpus Christi. El Corazón de Cristo es símbolo de la fe cristiana. ¡Es querido y valorado tanto por el pueblo! Expresa de una manera sencilla y auténtica el amor. Recordaba Benedicto XVI que «desde el horizonte infinito de su amor,dehecho,Dioshaqueridoentrarenloslímites de la historia y de la condición humana, ha tomado un cuerpo y un corazón, para que podamos contemplar y encontrar el infinito en el finito, el Misterio invisible e inefable en el Corazón humano de Jesús, el Nazareno». Se evidencia, de este modo, que contemplar el misterio del corazón de Dios es descubrir el centro de la vida cristiana. Toda persona necesita un centro para su propia vida al que recurrir ante las diferentes situaciones y el cansancio de la vida. Cada uno de nosotros, cuando se detiene en silencio, necesitasentir demaneraprofundaelpalpitarde una presencia confiable que se puede percibir con los sentidos de la fe y que es real: la presencia de Cristo, corazón del mundo.