NoticiaJuventud «Convertir la vida en un Campo Lázaro» Publicado: 16/07/2015: 11589 «Convertir la vida en un Campo Lázaro» fue uno de los consejos que el Obispo de Málaga dedicó a los más de 70 jóvenes de la diócesis que han participado desde el 12 al 19 de julio en esta experiencia diocesana. Concluye así la XXVIII edición del Campo de Trabajo Lázaro (CTL), en la que los jóvenes han vivido un «encuentro cara a cara con Jesús, presente en los más pobres», afirman los participantes. Conozcamos el Campo de Trabajo Lázaro de mano de quienes lo han vivido, guiados, en este año, por la Santa de Ávila. “La alegría de un tiempo nuevo con Jesús” es el lema que guía el Campo de Trabajo Lázaro este año, con el que han querido expresar la alegría de compartir con los más necesitados, con los que peor lo están pasando en nuestra ciudad. La Casa Diocesana ha sido el hogar de más de 70 jóvenes, desde el 12 al 19 de julio. En ella han rezado, convivido, compartido y aprendido. Su segundo hogar, durante estos días, ha estado en la Casa Colichet, para enfermos de sida; el Colegio Misioneras Cruzadas de la Iglesia y la Guardería Santa Teresa, en La Palmilla; la casa de acogida para niños de los Ángeles Custodios; la de mujeres de las Adoratrices; la residencia de ancianos Buen Samaritano; el complejo asistencial de las Hermanas Hospitalarias para personas con problemas psiquiátricos; el barrio de los Asperones; la casa Pozo Dulce para personas sin hogar; Proyecto Hombre, centro de atención a las personas con adicciones; la Asociación Asís y Cruz Roja, entre otros centros. Cada joven ha conocido, convivido y ayudado en varios de estos centros durante esta semana y por las tardes han compartido la experiencia vivida. Gonzalo Otalecu, miembro de la Delegación de Juventud y coordinador del Campo de Trabajo junto a Gloria Lara, afirma que «para mí es la experiencia más bonita que organiza la Delegación de Juventud, pues es encontrarse cara a cara con Jesús, a través de los más necesitados que tenemos más cerca, en nuestra misma ciudad». Gonzalo participa en esta experiencia desde 2011, cuando comenzó a organizarla la Delegación de Juventud en colaboración con Cáritas Diocesana. Son muchos los jóvenes que ha visto pasar por ella y es consciente de que “Lázaro” no los deja indiferentes:«vamos andando por la ciudad sin mirar a nuestro alrededor y en estos días nos damos cuenta de que en nuestra ciudad, incluso en nuestro barrio, hay una realidad que no conocemos: tantos problemas, tantas desigualdades… Los jóvenes salen bastante “tocados” del Campo de Trabajo Lázaro». Desde que nació la experiencia, se hacían dos convocatorias cada año, una en Navidad y otra en Semana Santa, pero en 2014 se inició la experiencia también en verano, con el mismo lema que los campamentos de verano diocesanos de niños y adolescentes. LA SANTA DE ÁVILA ESTÁ PRESENTE En este Año Teresiano, santa Teresa de Jesús también está presente: «ha centrado la catequesis y la oración de la tarde de casi todos los días, pero sobre todo la del viernes, pues nos trasladamos al Monasterio de San José, de Málaga capital, para compartir la oración con las hermanas. Ha sido un momento muy especial», afirma Gonzalo.