Alozaina vivió el pasado sábado 15 de noviembre un día importante con la celebración de la restauración del templo parroquial de Santa Ana. Durante la ceremonia se llevó a cabo el rito de la la “dedicación” o consagración del altar y también se celebró el Sacramento de la Confirmación.

El obispo, al inicio de su homiliía, señaló que «el templo ha quedado muy hermoso, desde el pavimento hasta el artesonado» y agradeció el esfuerzo de todas las personas que han colaborado en la obra: «El trabajo lo empezó D. Eduardo, anterior párroco; y lo ha continuado D. Miguel Ángel, párroco actual, quien ha ultimado la restauración. Todo ello es motivo para dar gracias a Dios», señaló el obispo.

Al término de la homilía, Mons. Catalá manifestó: «Con motivo de la restauración de este templo, además de dar gracias a Dios, le pedimos que nos ayude a ser “piedras vivas”, que colaboren en la edificación de la Iglesia. Cada uno de nosotros tenemos una misión eclesial, que Dios espera que la realicemos bien. Y todos somos testigos del amor de Dios en nuestra sociedad».

Las obras en la parroquia de Santa Ana, que se iniciaron en el año 2010, se han centrado en la rehabilitación interior y exterior del edificio. Se han recuperado el tejado, las cubiertas, el artesonado interior de madera, el altar mayor, el retablo y las pinturas.