Porque YO…

Publicado: 04/10/2012: 3060

Los instigadores de la verdad absoluta y los reyes del ‘ordeno y mando’ se alejan por completo del verdadero eje motivador que debe alentar el ejercicio de sus funciones y, por consiguiente, interpretan de manera errónea la hoja de ruta que les ha sido marcada.

Si nos adentráramos en la raíz latina de la palabra autoridad comprobaríamos, no sin asombro, cómo el verbo latino del cual procede arroja un clarividente significado. Hacer crecer. De este modo, la persona que ejerce de manera responsable cualquier forma de autoridad, es aquella encargada de trabajar diariamente y de forma incansable por logar el desarrollo integral del grupo de individuos que tiene a su cargo. Los instigadores de la verdad absoluta y los reyes del ‘ordeno y mando’ se alejan por completo del verdadero eje motivador que debe alentar el ejercicio de sus funciones y por consiguiente, interpretan de manera errónea la hoja de ruta que les ha sido marcada.

Qué difícil es ser jefe. Los ‘jefecillos’ suelen ser dóciles con quienes le preceden en el cargo y tremendamente crueles con los miembros que se encuentran más abajo en la cadena alimenticia de la desangelada jerarquía laboral. Minutos después de recibir el fruto envenenado del poder, se convierten casi por generación espontánea en seres cínicos, tramposos, déspotas y tremendamente crueles ¿Se os ocurre algún calificativo más? Seguro que sí. La clave para detectar la presencia de este tipo de individuos quizás radique en la posibilidad de autoformularnos la siguiente pregunta: ¿a quién desea tener contento? Si es benévolo con quienes mandan y cruel con todos aquellos que tiene a su cargo, está claro, es un jefe en toda regla.

¿Qué podemos hacer? Ante este tipo de seres la mejor receta es el uso ciego y convencido de la inteligencia. La mejor forma de apearles del trono que les otorga su desmedido ego, es la puesta en marcha del más común de los sentidos, intentando erradicar el autoritarismo con altas dosis de democracia real. Y ¿qué pasa con mi grupo de iguales? ¿Por qué se callan? ¿Por qué miran para otro lado? ¿Por qué?

A pesar de que podamos encontrar a individuos de esta especie en los más inverosímiles ecosistemas, su presencia en el seno de la institución educativa resulta altamente peligrosa y poco aconsejable. El sistema educativo actual sustenta su razón de ser sobre una columna vertebral fabricada sobre la base de diversos escalones jerárquicos que conforman el día a día en los centros educativos. Sin caer en el más tópico pesimismo, estaremos actuando de la manera correcta siempre y cuando entendamos cada uno de estos escalones como una tremenda red de comunicación y colaboración global, donde cada uno de sus miembros debe ayudar a quien está más abajo y no al revés. La unión hace la fuerza y la autoridad bien entendida requiere de un ejercicio serio y comprometido de la caridad activa.

“El Hijo del Hombre no ha venido para que le sirvan, sino para dar su vida en rescate por todos.” Clava tu mirada en todo aquel que necesita de tu ayuda. Construye tu vida en torno al necesitado de tu escucha, de tu cuidado, de tu amor. No dejes que la rutina te ahogue y no te permita reparar en aquello en lo que Dios quiere que dediques tu día a día. La generosidad es el talento del que sabe que los dones que les han sido otorgados no le pertenecen, sino que son el generoso regalo del que pensó en ellos para dotarle de la mejor herramienta posible para evangelizar, llevando la palabra de Dios a todos los seres del Universo, sin importar su rango, raza o condición social.

Autor: Pedro Jérez Palomo

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