Casi sin tiempo para asimilar su repentino ingreso el pasado jueves en el hospital, la ciudad que le viera nacer allá por los años cincuenta llora su inesperada pérdida. Jesús, como es conocido entre su círculo más cercano, ha sabido hacer de su vida una lección magistral de coraje, entrega y compromiso. Profesor de la Facultad de Medicina de Málaga , ha destacado no sólo por su labor al frente del área de Historia de la Medicina sino por su generosa y necesaria aportación al mundo de las cofradías y por ende, a la Iglesia de Málaga.

Hombre de su tiempo, supo servir a los demás con el simple agradecimiento del que sabe que todo lo que posee es fruto de los talentos que le han sido otorgados por su creador. Directo y locuaz en la distancias cortas, deja tras de sí la estela del que supo adornar su vida con la mayor de las lecciones. “Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”.  Los que hoy lloramos su perdida encontramos consuelo en el pleno convencimiento de que su resurrección será el paso natural para quien en vida supo establecer los cauces necesarios para contribuir de forma determinante a la venida del Reino de Dios. 

Descanse en paz, amigo Jesús.