DiócesisOtros escritos Mons. Dorado

Prólogo del libro \"La serie de los obispos de la Iglesia de Málaga\"

Publicado: 00/10/1997: 950

P R O L O G O

¡La Iglesia de Málaga está de enhorabuena! Desde ahora, tiene al alcance de sus fieles datos rigurosos del mayor interés para conocer los hitos más significativos de su ya dilatada y muy  rica historia. La publicación de esta obra, "LA SERIE DE LOS OBISPOS DE LA IGLESIA DE MALAGA", constituye un acontecimiento eclesial de gran relieve, pues nos permite acercarnos a nuestros orígenes. Es también una contribución más a su muy abundante aportación cultural y científica.

Para un Obispo, resulta muy estimulante y grato recibir  y presentar un trabajo que narra la vida y actividad de la serie de sus predecesores. En él, puede aprender mucho de las lecciones del pasado, y encontrar nuevos motivos de inspiración apostólica y de acción de gracias al Señor. Hojear atentamente sus páginas es como adentrarse, de la mano de los sucesivos Obispos, en la vida fecunda de la Diócesis malacitana. A través de ese cortejo eminente de pastores, se aprende a distribuir con generosidad el Pan de la eucaristía, el alimento de la Palabra y la fortaleza del Espíritu. Pero se aprende también a conocer mejor y a amar con nuevo ardor a un pueblo tan creativo y tan rico en tradicines
evangélicas.

En su triple misión de enseñar, santificar y gobernar, cada Obispo ha ido imprimiendo un sello particular a su tarea. Es algo que se puede detectar en esta obra. Pero también se ve cómo el Pueblo de Dios que vive y camina en Málaga, siempre fiel a sí mismo, ha sabido acoger esa gran variedad para reelaborarla desde su ser más auténtico. Y así se va rejuveneciendo la Iglesia sin cesar: por el carisma del ministerio episcopal y por la vida rica también en carismas de un pueblo que sustenta y encarna su fe en las más diversas circunstancia históricas.

Don Vidal González Sánchez, Director de los Archivos Eclesiásticos de Málaga, narra generosamente la génesis de esta obra. Y en verdad que no es fácil encomiar la inmensa tarea del Padre Francisco Mondéjar S.J., su iniciador. Pero yo debo, en justicia, poner también de relieve el trabajo realizado por el mismo Don Vidal, con honestidad intelectual y rigor científico tan notables. Y hago mío su testimonio de gratitud a los Padres de la Compañía, a los de hoy y a los de ayer. A los unos, que tan cuidadosamente han sabido conservar los trabajos del sabio Padre Mondejar y que han tenido a bien cederlos tan generosamente a la Diócesis de Málaga; y a los otros, por las investigaciones históricas que realizaron durante los siglos XVII y XVIII, sobre la labor pastoral de los Obispos malagueños. Es el caso del Padre Martín Roa y del Padre Morejón.

Espero que este trabajo dé pie a nuevas investigaciones sobre la Diócesis Malacitana. Los archivos, con su riqueza casi inédita, están ahí como un precioso acicate, y muy cerca está la Facultad de Historia de la todavía joven Universidad de Málaga. Estoy seguro de que la necesaria cooperación redundará en bien de todos. 

+ Antonio Dorado,

Obispo de Málaga.

Diócesis Málaga

@DiocesisMalaga
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