DiócesisPastoral Penitenciaria

Sentido y misión de la pastoral penitenciaria

Publicado: 23/02/2012: 2849

El delegado de pastoral penitenciaria nos explica el sentido y realidad de la presencia de la diócesis de Málaga en el mundo de la cárcel.

Los voluntarios de prisiones en algún momento particular de nuestras vidas hemos sentido la necesidad de responder con generosidad a una llamada muy especial. Creemos que Dios, padre de todos, está especialmente preocupado por hacer saber a sus hijos más desvalidos que los ama, que no se olvida de ellos y que cruzará cielos, tierras, desiertos y barreras si hace falta.

Uno de los colectivos, formados por hermanos nuestros, que más lo necesitan son los que están privados de libertad. Y hacia ellos encauzamos nuestro trabajo y atención sabedores que nuestro Señor, quiere susurrarles al oído cuánto los quiere. Nos da igual que sean cristianos o no, que sean creyentes o no, que sean inocentes o culpables de los delitos que se le acusan; sólo nos importan las personas, sus familiares y por supuesto también las víctimas. Creemos que Dios habita en ellos igual que en nosotros y todos necesitamos de tomar conciencia de ello para dejarnos coger de su mano y rehacer nuestras vidas en libertad.

Nuestra presencia por tanto, no es a nivel individual, sino como referencia de otra presencia más grande, la de nuestro Dios que escucha el clamor de su pueblo en la esclavitud y sale en mitad de la noche a su encuentro. Si lees los documentos “Fuentes de misericordia” y “Apellidos de misericordia” que puedes encontrar en nuestra página web www.pastoralpenitenciariamalaga.es nos entenderás mejor. Dios no da a nadie por perdido, pues “¿cómo podría una madre olvidarse del hijo de sus entrañas?” (Is 49,15-16). Dios tiene pasión por todos y no descansará hasta que todos vivan.
Nuestro trabajo allí está también realizado en el marco de una Iglesia que es la primera en sensibilizarse con esta pasión de Dios y nos confía esta misión. Es toda la Iglesia, somos toda la Iglesia la que no olvida que nuestro Señor vino para, entre otras cosas, predicar la buena noticia a los pobres y la libertad a los cautivos (Lc 4,18).

Ángel Antonio Chacón, delegado de pastoral penitenciaria

Autor: diocesismalaga.es

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